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Crimen de Nora Dalmasso: Absolvieron a Marcelo Macarrón por pedido del fiscal

El crimen de Nora Dalmasso sigue impune 15 años después. Este martes, cuando habían pasado unos minutos de las 16.30, un jurado popular absolvió por unanimidad a Marcelo Macarrón en consonancia con el pedido que había hecho el fiscal Julio Rivero durante el alegato este mediodía en los tribunales de Córdoba.

Tras deliberar por casi una hora, y luego de tres meses de audiencias, más de 200 testigos y un expediente de 7.000 fojas repartidas en 34 cuerpos (más ocho anexos de pruebas), un jurado popular declaró la absolución del viudo, tal como lo había solicitado el fiscal y el abogado defensor Marcelo Brito.

“El tribunal integrado con jurados populares y por unanimidad resuelve absolver a Marcelo Macarrón por el hecho que le atribuyó el requerimiento de citación a juicio, tipificado como homicidio calificado por el vínculo, por alevosía y por precio o promesa remuneratoria en concurso ideal”, rezó la resolución.

Justamente, no bien se leyó el veredicto, el viudo se fundió en un abrazo con su defensor. Tras saludar a varios de los presentes, buscó a su hijo Facundo Macarrón, quien fue uno de los imputados que tuvo la causa, y cuando lo encontró se quebró: Con la cara rota en llanto, padre e hijo se fundieron en un abrazo. Luego, se fueron de la sala sin hacer declaraciones.

Ahora, el próximo 5 de agosto a las 12 se conocerán los fundamentos de un fallo que se sabía de antemano este mediodía cuando el fiscal dijo que no iba a acusar al viudo por el crimen de su esposa, ocurrido en noviembre de 2006 en la ciudad cordobesa de Río Cuarto.

Marcelo Macarrón se abrazó con su hijo Facundo tras escuchar la decisión del jurado

 

Luego de conocerse la decisión de Rivero, el hermano de la víctima aseguró que el juicio que tuvo como acusado al viudo fue una “cortina de humo que solo buscó que la causa prescribiera”. Y agregó: “Al menos, este fiscal tuvo la honorabilidad de decir la verdad” sobre las impericias en la investigación.

Para Juan Dalmasso, “el sistema judicial corporativo estuvo y está en deuda” en este caso, y con la realización del juicio “solo buscó que esto prescribiera”

«Va a ser sumamente difícil salir a buscar al asesino, pero tenemos un ADN que no se identificó por impericias. Es cuestión de encontrarlo. Se han resuelto casos”, dijo al referirse a la muestra genética identificada que se encontró en el cinto de la bata que se utilizó para asesinar a Nora, que el fiscal Rivero mencionó como una pista a seguir.

Antes de que hablara el hermano de Nora y de que el jurado pasara a un cuarto intermedio para resolver un veredicto que ya estaba resuelto ante la falta de acusación del Ministerio Público Fiscal, Marcelo Macarrón dijo, en sus últimas palabras: «Solamente quiero decir que soy inocente y que les agradezco a todos”

Momentos antes, el abogado Marcelo Brito había solicitado en su alegato la absolución de su defendido. “La causa tuvo muchas irregularidades por ignorancia y negligencia”, sentenció el letrado y, al igual que lo había hecho en el alegato previo el fiscal Rivero, cuestionó la investigación policial realizada por el crimen y sostuvo que hubo una “persecución direccionada hacia la familia Macarrón”

E instó a que se continúe buscando al asesino de Nora Dalmasso. «Nora no va a descansar en paz si no se conoce quien la mato”, afirmó Brito.

Macarrón había llegado a juicio acusado de “homicidio calificado por el vínculo, por alevosía y por precio o promesa remuneratoria en concurso ideal” de su esposa. O sea, que había mandado matarla. Durante 2.45 horas, el fiscal Rivero dio un pormenorizado recorrido de la instrucción del caso y aclaró que no contaba con las pruebas suficientes para acusar al viudo: Por eso ante ello, debe pedir su absolución.

“No puedo acusar por acusar”, dijo Rivero, tras lo cual agregó: “No puedo sostener que la mató un sicario, no sólo porque no existe prueba de eso sino porque hay pruebas de que la víctima tuvo sexo consentido. El sexo consentido echa por tierra un acuerdo criminal”

En la audiencia escuchaban con atención el acusado, sus hijos Facundo y Valentina, su hermano, su cuñada y sus sobrinos. Fue entonces cuando el fiscal pidió que “se pongan a disposición de la fiscalía la totalidad de las actuaciones para seguir investigando en procura de llegar a la verdad”

Sin embargo, técnicamente el caso quedará impune, ya que pasaron más de 15 años del asesinato, lo que implica la prescripción de la acción penal.

La decisión del fiscal

Julio Rivero, el fiscal del juicio por el crimen de Nora Dalmasso, cometido en noviembre de 2006 en la ciudad cordobesa de Río Cuarto, resolvió en su alegato final no acusar a Marcelo Macarrón (62), el viudo de la víctima e imputado de ser el instigador del asesinato.

“Como soy un fiscal íntegro y no un fiscal dañino, yo voy a pedir la absolución”, dijo Rivero. “Sería irresponsable oportunista y cobarde acusar”, continuó. Al oírlo, el viudo y su familia se abrazaron en la sala del Tribunal.

De esta manera, el jurado popular no podría deliberar porque no se cumplen los requisitos establecidos para que el tribunal condene en caso considerarlo culpable.

El fiscal Julio Rivero al momento de los alegatos

El viudo Macarrón llegó a la última semana de juicio acusado del delito de homicidio calificado por el vínculo, por alevosía y por precio o promesa remuneratoria en concurso ideal, según las conclusiones del fiscal Luis Pizarro, el último que instruyó la causa y la elevó a juicio. El debate oral, que comenzó el 14 de marzo último, se reinició esta mañana luego del cuarto intermedio decretado el pasado 22 de junio y después que declararon de manera presencial 71 testigos. El acusado estuvo acompañado por Valentina y Facundo, sus hijos, al igual que de Juan Dalmasso, el hermano de Nora.

Tras alegar por más de casi tres horas, Rivero finalmente dijo que no pudo probar el planteo de Pizarro y pidió su absolución. En su discurso, ensayó una teoría del crimen:

“No la mató Macarrón, ni la mató un sicario. La mató una sola persona. Un hombre conocido por ella que lo más probable es que la haya estado esperando. Acto seguido se produjo un acto sexual consentido. La sujetó con ambas manos, la dejó inconsciente, tomó el cinto, hizo doble nudo para asegurarse el resultado final. Luego la cubrió con las sábanas de los tobillos al abdomen, en señal de rechazo, de respeto, de pudor, de dejar un mensaje de que no la abusó”, explicó el funcionario.

En ese sentido, sostuvo que no pudo sostener que la mataron por encargo no porque no haya prueba, sino porque hay prueba de que hubo sexo consentido, un elemento que a criterio del fiscal echa por tierra un acuerdo criminal.

“¿Estoy obligado a mantener la acusación de Pizarro? Como fiscal no me puedo dejar llevar por cuestiones subjetivas ni emocionales. No puedo dictaminar cediendo a presiones mediáticas ni sociales. Debo evaluar la prueba de manera objetiva. Como fiscal no puedo torcer la voluntad de la prueba porque se me dé la gana. Debo decirles que como fiscal soy el abogado de la sociedad. no me autoriza a ser tan irresponsable, tan oportunista de acusar por que sí”, justificó.

Además, cuestionó a Pizarro por haber decretado secreto de sumario y tomar declaraciones sin control de las partes.

La 39º audiencia comenzó de manera accidentada: un jurado popular debió ser reemplazado tras sufrir un ataque de pánico y uno de los suplentes tuvo que reemplazarlo. En medio de una gran expectativa para saber si avanzaría o no con la acusación, el fiscal Rivero inició su extenso alegato con la mención de varios apartes del expediente y declaraciones de testigos. Además, destacó la labor realizada por la Justicia y la Policía e hizo consideraciones sobre las críticas que se hacían por fuera del juicio.

Marcelo Macarrón flanqueado por sus abogados

Asimismo, leyó con especial énfasis el resultado de la autopsia a Dalmasso y afirmó que no hubo un testigo que no dijera que el matrimonio de la víctima y Macarrón no era normal, aunque señaló que la autopsia psicológica, que destacó como prueba, demostró lo contrario. Durante todo el enjuiciamiento, Rivero no hizo valoraciones sobre la calidad de los elementos probatorios testimoniales y documentales que se expusieron en el debate oral y público, por lo que hasta último momento se desconocía cuál sería su postura.

El manual instructivo para jurados populares, establecido por la Ley Provincial Nº 9182 Poder Judicial de Córdoba, sostiene que “si el fiscal de Cámara, durante su alegato final, no mantiene la acusación y pide la absolución del imputado, el tribunal no puede condenar, salvo que intervenga en el juicio el querellante particular y que éste, en su alegato, haya pedido la condena”. En este juicio no hubo querellantes.

FUENTE: Infobae

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