Las elecciones de Bolivia de este domingo terminaron sorprendiendo a todos los analistas. El senador y exalcalde de Tarija, el centrista Rodrigo Paz, un “tapado” que venía creciendo fuerte en las últimas semanas se consagró como ganador con el 31,6 % de los votos, según el conteo rápido (Sirepre).
Paz irá a un balotaje el próximo 19 de octubre con el expresidente de derecha Jorge “Tuto” Quiroga, que logró el apoyo del 27,1 % del electorado.
Los analistas sostienen que Paz cosechó los votos de Jaime Dunn, un economista outsider de tendencia liberal. El Tribunal Supremo Electoral inhabilitó la candidatura de Dunn por la existencia de deudas pendientes con el Estado, en este caso, la Alcaldía de El Alto.
Paz, del Partido Demócrata Cristiano, es hijo del expresidente Jaime Paz Zamora (1989-1993). Un dato curioso es que el candidato más votado este domingo no nació en Bolivia sino en España, en Santiago de Compostela, en 1967, durante el exilio de su padre, del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) durante la dictadura militar boliviana.
Otra gran sorpresa de la jornada electoral fue que el empresario Samuel Doria Medina, de Unidad Nacional, que quedó en tercer lugar con el 19,5 % de los votos, fue derrotado por cuarta vez en su intención de llegar a la presidencia, luego de su fracaso en los comicios de 2005, 2009 y 2014.
El resultado de los comicios de este domingo abre por, un lado, un escenario novedoso para Bolivia, que recién en la Constitución de 2009 introdujo el mecanismo de la segunda vuelta y que no lo aplicó hasta ahora.
