En Tucumán, se desarrolló una cumbre clave sobre el bioetanol que reunió a los gobernadores de las principales provincias productoras del Noroeste Argentino (NOA), junto a representantes del sector privado y científico, en un contexto de intensas discusiones sobre el rumbo de las políticas energéticas nacionales. El evento, titulado “Energía cultivada. El bioetanol en el desarrollo del NOA”, se convirtió en el principal escenario para debatir el futuro de la agroindustria sucroalcoholera y la transición argentina hacia una energía más limpia y federal.
El contexto de la reunión estuvo marcado por la incertidumbre generada por la propuesta del gobierno nacional de desregular la producción y comercialización de combustibles, lo que pone en riesgo el porcentaje de mezcla de bioetanol en las naftas. Actualmente, la ley establece un corte obligatorio del 12%, aunque el sector pide asegurar el cupo del 6 % para el bioetanol de caña de azúcar, porcentaje que consideran vital para la sostenibilidad del empleo y de la economía local en la región.
Durante el encuentro, los gobernadores Osvaldo Jaldo (Tucumán), Gustavo Sáenz (Salta) y Carlos Sadir (Jujuy) coincidieron en destacar el rol estratégico del bioetanol en la generación de empleo, el desarrollo tecnológico y el impulso de las economías regionales. Insistieron en la importancia de mantener la reciprocidad del gobierno nacional en la distribución de fondos y apoyos, y reclamaron mayor protagonismo en la definición de la política energética federal. Plantearon, además, que sin una participación activa de las provincias en la toma de decisiones, se corre el riesgo de afectar la producción y la competitividad de la región.
Entre las propuestas principales figuraron: preservar el porcentaje de mezcla de bioetanol en las naftas, avanzar en una nueva Ley de Biocombustibles que contemple un mayor corte obligatorio (del 12 % al 15 % e incluso propuestas de hasta el 25 % como contempla el vecino Brasil) y garantizar mecanismos de licitación e incentivos para atraer inversiones a la industria bioenergética. Además, los mandatarios reclamaron la eliminación de retenciones al sector y una infraestructura acorde a las necesidades de crecimiento y exportación de combustibles renovables.
El pedido unificado de los gobernadores remarca la necesidad de un modelo energético sustentable, con reglas claras y previsibilidad jurídica que priorice el trabajo genuino, la industrialización local del maíz y la caña y la defensa de los intereses federales. En este sentido, la cumbre de Tucumán sienta un precedente que busca reposicionar al NOA y las provincias bioenergéticas como protagonistas en la agenda de transición energética nacional, desafiando los intentos de recentralización y liberalización sin contemplar la realidad del interior productivo del país.

