Rodrigo Paz Pereira ha emergido como una figura política central en Bolivia tras ganar el balotaje presidencial el 19 de octubre de 2025 con un 54,54 % de los votos, derrotando al exmandatario conservador Jorge «Tuto» Quiroga, quien alcanzó el 45,46 %. Este triunfo pone fin a una hegemonía de 20 años del Movimiento al Socialismo (MAS), abriendo una nueva etapa política en el país. Paz, senador y líder del Partido Demócrata Cristiano, asumirá la presidencia el 8 de noviembre, marcando un cambio histórico y democrático para Bolivia.
Hijo del expresidente Jaime Paz Zamora (1989-1993), Rodrigo Paz tuvo una infancia marcada por el exilio político y la inestabilidad, lo que forjó en él una sensibilidad particular hacia los sectores marginados y perseguidos. Su carrera política ha estado influenciada por este contexto y por su educación en relaciones internacionales y economía, con formación en Estados Unidos. Aunque su vinculación política se asocia a una tradición familiar de centroizquierda, su propuesta actual se enmarca en un «capitalismo para todos», que busca combinar el estímulo al sector privado con la protección social.
La plataforma política de Paz incluye una agenda económica de distribución fiscal justa, con una propuesta innovadora de descentralización del presupuesto nacional, asignando equitativamente recursos entre el Estado central y las entidades territoriales, como departamentos y municipios. Frente a la crisis económica causada por la caída de la industria del gas, propone también la liberalización económica gradual, reducción de impuestos y promoción del crédito para revitalizar la economía, sin sacrificar los programas sociales esenciales.
Rodrigo Paz representa una izquierda moderada que se distancia del perfil radical del MAS y apunta a una gestión pragmática y conciliadora. Su candidatura logró el apoyo de sectores indígenas, emprendedores emergentes y votantes desencantados de Evo Morales, apuntando a un gobierno que busca superar la polarización social y política con un modelo de desarrollo inclusivo y sostenible. Así, Bolivia inicia un nuevo ciclo político orientado a la modernización y reconciliación nacional con miras a la estabilidad y crecimiento económico.
