El mundo Boca y el fútbol argentino están de luto por el fallecimiento de Miguel Ángel Russo, uno de los entrenadores más emblemáticos de la historia del club y del fútbol nacional. Russo, de 69 años, murió el miércoles por la tarde en su casa en la Capital Federal, rodeado de sus seres queridos, después de una larga lucha contra un cáncer diagnosticado en 2017. Su delicado estado de salud se agravó en las últimas semanas, lo que lo llevó a permanecer internado varias veces desde septiembre y a ausentarse de sus funciones como director técnico de Boca Juniors.
El velatorio de Miguel Ángel Russo se llevará a cabo en el hall principal de La Bombonera, ubicado en Brandsen 805, este jueves desde las 10 hasta las 22 horas, y continuará el viernes de 10 a 12. La familia aceptó la propuesta del club para que sus restos fueran despedidos en el estadio, permitiendo que fanáticos de Boca Juniors y del fútbol en general puedan acercarse y dar el último adiós a una leyenda. Para preservar la intimidad familiar, se prohíbe tomar fotos o filmar en el lugar. El club decretó duelo institucional, suspendiendo todas las actividades deportivas y culturales durante el jueves, y operando con personal reducido.
Miguel Ángel Russo fue un referente dentro y fuera del campo. Nacido en Valentín Alsina en 1956, debutó como jugador en Estudiantes de La Plata, donde desarrolló toda su carrera como mediocampista y ganó títulos nacionales en 1982 y 1983. Como entrenador, comenzó su carrera en Estudiantes en 1989 y pasó por varios clubes importantes del fútbol argentino, como Rosario Central, San Lorenzo, Vélez Sarsfield, Racing y, en tres ciclos, por Boca Juniors. Con Boca obtuvo la gloria máxima al ganar la Copa Libertadores en 2007, además de consagrarse campeón de la Liga Profesional y de la Copa Argentina en 2020.
La noticia de su partida causó conmoción en el ambiente del fútbol, con innumerables mensajes de condolencia y homenaje de clubes, exjugadores y figuras del deporte. La Selección Argentina, entrenada por Lionel Scaloni, rindió homenaje a Russo con un minuto de silencio en su entrenamiento en Miami, gesto que se repetirá en el próximo partido ante Venezuela.
El legado de Miguel Ángel Russo se recuerda no solo por sus títulos, sino por su humildad, entrega y el respeto que siempre mostró en su trayectoria. Su partida deja una gran vacante en el fútbol argentino, pero su imagen, su sonrisa y su legado permanecerán imborrables en la memoria de todos los que lo conocieron y admiraron.
Este jueves y viernes, toda la comunidad del fútbol podrá despedir a “Miguelo” en el emblemático estadio de La Bombonera, un justo homenaje al hombre que llevó a Boca en el corazón hasta el último día.