El dirigente del PTS y diputado nacional del Frente de Izquierda, Alejandro Vilca, en dialogó con Radio Perfil de Buenos Aires, criticó al gobernador Gerardo Morales por «criminalizar la protesta social». Además, habló sobre su trabajo como recolector de residuos y el paso a la política. El crecimiento del Frente de Izquierda.
Escuché hablar de usted como el «diputado basurero». ¿Cómo lo marcó esa experiencia?
Fue importante porque para aquellos que venimos de clases populares es muy difícil pelear contra los patronales terratenientes. La política fue un salto importante para que muchos sectores vieran que se podía tener una salida social y que los trabajadores podemos gobernar. Es pelear contra un régimen político donde los sistemas casi feudales generan que esté una casta social. El 80% de los jujeños somos descendientes de collas, pero los gobernantes tienen apellidos europeos. Por eso fue importante llegar al Congreso y avanzar con la izquierda.
Jujuy era una provincia esencialmente peronista y se rompió con Gerardo Morales. La izquierda viene creciendo con fuerza. ¿Qué pasó con el peronismo? ¿Perdió representación?
El Frente de Izquierda creció mucho en el norte, en los lugares de trabajo, estudio fábricas y los sectores más explotados. El peronismo sufrió una crisis y el gobierno de Macri cayó por no darle una respuesta a la problemática social. Los que esperaban mucho de Alberto Fernández se decepcionaron. El peronismo en Jujuy fue una palanca de los poderosos y hundieron al pueblo.
¿Cómo fue tu formación académica y laboral?
Me crie en San Salvador de Jujuy, en un barrio muy humilde. Mis padres se separaron y viví con mi madre y mis hermanos. Atravesamos la pobreza y subsistimos trabajando. Pero la desigualdad social me despertó la crítica para transformar la realidad. Mi juventud coincidió con los 90, donde cayeron ocho gobernadores y la única salida podía venir de los trabajadores.
Tuve la suerte de estudiar arquitectura en San Juan, mientras trabajaba a la noche en una fábrica y ahí me interesé por las ideas de izquierda. Me eligieron dentro de la familia para estudiar en la universidad, pero no lo pude terminar porque fui padre y me volví para Jujuy. Ahí trabajé haciendo de todo, hasta que entre a la municipalidad de Jujuy a los 25 años.
Pasaste de recolector de residuos al Congreso. ¿Qué reflexión te merece?
Un contraste impresionante. Es un cambio muy importante y un gran desafío. Cuando corría en la recolección se veían escenas duras, de gente que vivía ahí. Es un sistema difícil donde se tira la comida. Se ve gente con mucha plata en la política y, con lo que sale una cartera, podrían comer varias familias. Desde la izquierda lo rechazamos, por eso cobro lo mismo que cobraba como recolector. El resto se dona para reclamos sociales, en un fondo de lucha.
¿Qué representan hoy Milagro Sala y Carlos «Perro» Santillán?
En su momento fueron grandes luchadores, pero sus posturas políticas los llevaron por caminos distintos. Milagro Sala estaba ligada al PJ y Santillán como sindicalista se abstuvo muchas veces y lo aislaron. No fue muy duro con Morales y esas divisiones hacen que gane el de arriba. Mostramos una nueva generación de dirigentes que plantean la unidad con una salida de los trabajadores.
A raíz de las denuncias por apriete que recibió Milagro Sala, ¿le tocó sufrirla?
Nosotros tenemos grandes diferencias con su movimiento, que está ligado al Frente de Todos. Pero fue víctima del régimen político de Gerardo Morales que persiguió a todos los luchadores. El sistema judicial de Jujuy no es independiente, muchos son militantes o exdiputados radicales. Lo utilizaron para avanzar y criminalizar la protesta social. Gerardo Morales se muestra democrático en Buenos Aires, pero en Jujuy gobierna con puño de hierro.
FUENTE: Perfil