La convocatoria a elecciones internas del Partido Justicialista (PJ) de Jujuy quedó oficialmente reprogramada para el domingo 15 de febrero de 2026, tras la decisión de los interventores nacionales Aníbal Fernández y Gustavo Menéndez. La postergación se resolvió mediante la Resolución N° 22/2025, fechada el 2 de noviembre, que también estableció un nuevo cronograma para los actos preelectorales, incluyendo fechas clave para la presentación y aprobación de modelos de boletas.
Esta medida llega en un contexto de profunda crisis interna del PJ jujeño, agudizada tras la dura derrota electoral del 26 de octubre de 2025, en la que el partido no logró obtener representación legislativa, perdiendo las bancas frente a fuerzas como La Libertad Avanza y el oficialismo provincial. La derrota puso en evidencia las divisiones internas entre distintas facciones lideradas por figuras como Leila Chaher, Carolina Moisés y Rubén Rivarola, quienes protagonizan una batalla abierta por la conducción del partido.
La reprogramación de las elecciones ha generado críticas desde sectores internos, especialmente por parte de dirigentes como Pedro Belizán, referente del sector Primero Jujuy Avanza, quien celebró la intención de normalizar el partido pero cuestionó el modo en que se retoma el proceso electoral. Belizán argumenta que debería «comenzarse de nuevo» con la presentación de nuevas listas y plazos que garanticen una participación amplia, señalando que el cronograma actual fue fijado «de forma inconsulta y con una mirada desde afuera», sin contemplar las particularidades locales ni la cercanía con festividades como el carnaval, lo que podría afectar la concurrencia de votantes.
Desde la intervención del PJ, que lleva más de dos años y cuyo mandato ha sido prorrogado por el Consejo Nacional del partido, se busca poner fin a la disputa interna y recuperar la unidad y la legitimidad ante las bases y el electorado jujeño. Sin embargo, las tensiones políticas, diferencias entre sectores y la influencia de agrupaciones como La Cámpora complican la tarea de normalización, reflejando un PJ provincial fragmentado y en busca de un rumbo claro para poder reconstruirse y recuperar protagonismo político.
En síntesis, la convocatoria a elecciones internas en el PJ de Jujuy para febrero de 2026 representa un intento crucial de recomponer un partido desgastado por las divisiones, la intervención y la derrota electoral reciente, en un momento en que la dirigencia debe responder a la demanda de renovación y mayor participación democrática de sus afiliados y votantes.
