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Coronavirus: Gran Bretaña sospecha que la nueva cepa es más peligrosa para los jóvenes

Los médicos empezaron a advertir el cambio el mes pasado, a medida que la nueva variante del coronavirus se propagaba por Gran Bretaña: en las unidades de terapia intensiva (UTI) había cada vez más jóvenes y más mujeres con cuadros graves de Covid-19, una enfermedad que hasta entonces castigaba con sus peores síntomas sobre todo a los pacientes mayores y a los varones.

Ese cambio -ahora confirmado por los análisis estadísticos- es una de las piezas de un rompecabezas que las autoridades británicas se desvelan por resolver, analizando si la nueva cepa del virus no solo es más contagiosa que las anteriores, sino también más letal, como revelan algunos estudios.

Una hipótesis inicial, dicen los científicos, es que una de las mutaciones genéticas del virus lo haya vuelto más apto para invadir un mayor número de células del cuerpo, lo que conduce a un agravamiento de la enfermedad en personas que con las variantes previas del virus solo habrían tenido síntomas leves, o ningún síntoma en absoluto.

David Strain, médico y docente de la Escuela de Medicina de la Universidad de Exeter, que también trata a pacientes con Covid-19, dice que los resultados de las primeras investigaciones revelan que la variante del virus es como un ladrón que ha perfeccionado su técnica para ingresar, en este caso no a una vivienda, sino a las células vulnerables del cuerpo.

«Además de ser más contagioso, creemos que por eso también es más dañino», dice Strain.

Los virólogos sospechan que la proteína espicular de la nueva variante contiene una mutación especial, conocida como N501Y, que potenció la capacidad del virus para infectar las células y repartirse por todo el cuerpo humano.

Algunos médicos, como Strain, piensan que esa mutación es la que explica el auge de casos graves e internaciones de jóvenes y mujeres, grupos que hasta ahora habían tenido menor incidencia de la enfermedad.

Pero algunas cosas parecen no haber cambiado con la nueva variante. Una vez hospitalizados, los pacientes parecen tener las mismas posibilidades de sobrevivir que antes, pero lo cierto es que los médicos no pueden distinguir por los síntomas qué variante tiene un paciente.

En Londres, y en el sureste y este de Inglaterra -donde la nueva variante fue identificada por primera vez en una muestra de sangre tomada el 20 de septiembre-, la edad promedio de los pacientes ingresados en las UTI se redujo de 61,4 años entre septiembre y finales de noviembre a 58,9 años años desde el 1 de diciembre hasta el 21 de enero.

En ese mismo periodo, la proporción de mujeres ingresadas en las UTI aumentó del 30,1% al 35,1%. Los datos del resto del país muestran un patrón similar.

Durante diciembre, antes de la cuarentena y confinamiento impuesto en Gran Bretaña a partir del 4 de enero, la proporción de pacientes de 18 a 54 años ingresados en hospitales ingleses con Covid-19 también comenzó a aumentar.

Pero no todos los médicos están convencidos de que se deba a las mutaciones que contiene la nueva variante. Algunos creen que tiene que ver con el relajamiento de los cuidados y cambios de comportamiento, especialmente entre las más jóvenes, durante la época de las Fiestas Navideñas.

Luke Allen, médico de la localidad de Oxford, dice que tiene más pacientes jóvenes con Covid, pero que en realidad hay un aumento de pacientes en general, y la proporción de personas parece ser la misma que durante la primera ola de contagios.

Allen atribuye el incremento de enfermos a la mayor transmisibilidad de la nueva variante y al aumento de la socialización durante las Fiestas y las vacaciones, «porque es ahí donde tenemos más chances de entrar en contacto con el virus».

El debate sigue siendo acalorado y no hay consenso sobre la posible mayor letalidad de la nueva variante, como parecen sugerir algunas investigaciones.

Se estima que la nueva variante, que ya predomina en el Reino Unido, es entre un 30% y un 70% más contagiosa que las versiones anteriores. La semana pasada, el panel de expertos que asesora al gobierno británico informó que según algunos estudios, existe la posibilidad real de que la nueva variante también sea entre un 30% y un 40% más letal que la anterior.

Esas conclusiones, dijeron los expertos, son preliminares. «Sabemos que hay incertidumbre en la población, y lamentablemente no siempre podemos dar certeza», dijo Peter Horby, que preside un panel.

Julian Tang, virólogo clínico y profesor de neumología de la Universidad de Leicester, dice que hacen falta más pruebas para demostrar que la nueva variante sea más letal, dado que durante las semanas de las Fiestas se permitió la socialización, lo que acelera enormemente las tasas de hospitalización.

«Por lo general, los virus mutan hacia formas más contagiosas y menos letales», señala Tang.

La propagación de la nueva variante coincide con un enorme aumento del número de hospitalizados y con un similar aumento del número de fallecidos a causa de la enfermedad en el Reino Unido, por lo que el servicio de salud pública británico está al borde del colapso. Las muertes relacionadas con el Covid-19 en el Reino Unido se acercan a las 100.000 desde el inicio de la pandemia.

Hasta ahora, la enfermedad que causa la nueva variante no parece diferente de la provocada por sus antecesoras, pero como el virus en sí es capaz de moverse más fácilmente por el cuerpo del enfermo, los médicos sospechan que también podría ser más hábil para superar la respuesta inmunitaria del organismo.

«Si la nueva variante logra adosarse más fuertemente a la célula, también es posible que hagan falta menos cantidad de esos virus para contagiarse» dice Horby. «Por lo tanto, si se pudo propagar mucho más rápido dentro de las células de los pulmones, eso sí potenciaría la enfermedad y la inflamación, que luego avanza más rápido de lo que el cuerpo puede responder».

Para determinar si la nueva variante era más letal, los científicos analizaron datos de unos 850.000 casos de coronavirus confirmados, donde sabían qué variante del virus tenía cada paciente, incluidas entre 1400 y 1900 personas que murieron.

«Para que la comparación sea válida, tiene que ser entre personas lo más parecidas posibles», dijo John Edmunds, autor de uno de los estudios, realizado por la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres.

Los investigadores compararon grupos de personas de similar edad, sexo, origen étnico, nivel de ingresos y lugar de residencia, para reducir el efecto que podría tener la desigualdad del sistema de salud sobre la tasa de mortalidad.

El equipo de Edmunds descubrió que si dos personas similares tenían coronavirus, la portadora de la nueva variante tenía alrededor de un 30% más de probabilidades de morir por a causa de la enfermedad. Un equipo del Imperial College de Londres llegó a conclusiones semejantes. Los investigadores de la Universidad de Exeter descubrieron un aumento del 91% en el riesgo de mortalidad de la nueva variante, aunque eso podría deberse a que el grupo estudiado era de mayor edad, dice Strain.

Son todos resultados preliminares, y como apenas 10% de todos los casos conocidos en el Reino Unido responden a la nueva variante, pueden terminar no siendo representativos del conjunto de la población.

 

Fuente: lanacion.com.ar

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