La Corte Suprema rechazó revisar, durante la feria judicial extraordinaria a raíz de la emergencia sanitaria, la libertad del ex vicepresidente Amado Boudou, condenado por la causa Ciccone a cinco años y ocho meses de cárcel. La decisión fue tomada por el presidente del máximo tribunal, Carlos Rosenkrantz, quien se encuentra a cargo del tribunal hasta el 31 de marzo.
La defensa de Boudou había planteado un “pronto despacho”. Se trata de un mecanismo en donde busca apurar los plazos de un magistrado o tribunal. Lo había hecho en febrero y lo reiteró la semana pasada, ante la posibilidad de que el coronavirus se extienda entre los detenidos en la cárcel de Ezeiza y el ex vicepresidente pudiera enfermarse.
En su resolución, la Corte Suprema respondió al pedido de pronto despacho: “en mérito a la feria extraordinaria dispuesta por el artículo 2 de la acordada 6/2020 y toda vez que no se configuran los presupuestos establecidos por los artículos 3 y 4 de la citada norma corresponde negar la petición formulada sin perjuicio de ello remítase para conocimiento del Tribunal Oral Federal número 4 a sus efectos”.
El propio abogado Alejandrdo Rúa, defensor de Boudou junto a Graciana Peñafort, se encargo de informar la resolución por Twitter. “Hoy Rosenkrantz nos dijo que no, que en la Corte Suprema no se van a ocupar y que tratar las quejas de aquel a quien en estas condiciones de pandemia le están haciendo cumplir ya una condena en prisión sin sentencia firme no es un tema”.
Hay todavía una respuesta pendiente del Tribunal Oral Federal 4, que dictó su condena. No sólo por el pedido de prisión domiciliaria que hizo Boudou sino también por el de su amigo, José María Núñez Carmona, condenado con él en el mismo juicio.
El Servicio Penitenciario Federal no incluyó al ex vicepresidente entre los detenidos que figuran entre los considerados de “presos de riesgo” y así lo informó al Tribunal Oral Federal 4, que dictó su condena. A quien sí incluyó es a Núñez Carmona, quien tiene problemas cardíacos, tal como informó el medio Infobae al dar a conocer la lista de los 1280 presos que están incluidos en ese grupo.
“La Corte Suprema en lugar de resolver lo que le pedíamos, esto es la libertad de Amado, se lo pasó a al Tribunal oral que había condenado a Boudou. El tribunal pidió una serie de medidas para ver si Amado era población de riesgo -se quejó Peñafort-. No estábamos diciendo que Boudou es población de riesgo, porque no lo es más que cualquiera de nosotros. Lo que es riesgoso para Boudou es seguir preso, más aún cuando está preso tan arbitrariamente por decisión del Poder judicial en un lugar que lo pone en riesgo: la cárcel”
En agosto de 2018, Boudou fue condenado a cinco años y 10 meses de prisión por los delitos de cohecho pasivo y negociaciones incompatibles con la función pública. También fueron condenados Núñez Carmona, socio y amigo de Boudou, a 5 años y 6 meses de prisión y el empresario Nicolás Ciccone a 4 años y 6 meses. Los tres quedaron detenidos en el momento de la sentencia, aunque Ciccone en prisión domiciliaria. Luego fueron liberados pero volvieron a ser detenidos. Desde entonces, Boudou y Nuñez Carmona están presos en la cárcel de Ezeiza.
Además fueron condenados el arrepentido Vandenbroele a dos años, el ex funcionario de la Adminstración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) Rafael Resnick Brenner a tres años y el ex jefe de Gabinete del Ministerio de Economía Guido Forcieri a dos años y seis meses. En estos casos es de cumplimiento en suspenso por lo que no fueron detenidos.
Después de las PASO, en agosto de 2019, fueron muchos los dirigentes kirchneristas que fueron liberados. La mayoría estaba preso porque estaba procesado, sin condena. El tiempo en prisión, el fin de los riesgos procesales o la aplicación de las nuevas reglas para las prisiones preventvias que fijó la Comisión bicameral antes del cambio de Gobierno sirvió para que se liberara a muchos de los detenidos que se consideraron presos políticos.
Sin embargo, el caso de Boudou no tuvo la misma suerte. El vicepresidente había enfrentado un juicio en donde se lo condenó y la Sala IV de la Cámara Federal de Casación Penal ratificó ese resultado. También rechazó el recurso extraordinario para poder llegar a la Corte Suprema de Justicia. La defensa de Boudou, sin embargo, sostiene que hasta que la Corte Suprema de Justicia no revise su sentencia el ex vicepresidente sigue siendo inocente, porque no hay sentencia firme.
A fines de febrero, la defensa solicitó un pronto despacho a la Corte Suprema, es decir que acelere una decisión sobre un pedido de revisión de condena. Lo hizo luego de que se conociera un documento que señala que el arrepentido Alejandro Vandenbroele cobró dinero para instalar una posada en Mendoza después del veredicto. Allí se reclamó que se anulara el juicio en donde lo sentenció a cinco años y ocho meses de cárcel y se hiciera un nuevo debate. Aún no hubo respuesta a ese planteo, pero Vandenbroele apareció públicamente para desmentir que se hubiera tratado de un pago por su declaración contra Boudou, y renunció al Programa de Protección de Testigos.
Fuente:infobae.com