Desde el 14 de marzo no tienen descanso. Ese día comenzó el trabajo continuo, no solo de médicos y enfermeros, sino de todo el hospital. Todos, cada uno, diariamente pone todo de sí para que la tarea no afloje.
Horas después ingresaría el primer caso sospechoso y a los pocos días se confirmaría el primer caso positivo de COVID-19 –del tan llamado Coronavirus- en la provincia. Y se intensificó aún más la tarea, si es que se puede, porque desde el primer momento las energías están puestas en un ciento por ciento.
Hoy, quizás muy cansados, pero sabiendo que no solo es lo que eligieron hacer, sino que es su profesión, decidieron darse fuerzas mutuamente.
A las 11, médicos, enfermeros y parte del personal del hospital partieron de la galería interna y dieron una vuelta por adentro. A medida que iban caminando, recorriendo salas, los que allí habían quedado fueron saliendo y sumándose, aplaudiendo fuerte.
Al llegar nuevamente al hall central, los que encabezaban la caravana decidieron salir y comenzar a caminar alrededor del hospital. Al salir a la vereda continuó el aplauso, sumándose los vecinos de las viviendas, comercios y edificios cercanos; así como también y los conductores de los autos, que tocaban bocina acompañando ese aplauso cargado de un enorme, gracias.
El equipo de salud del hospital San Roque se dio un abrazo al alma, se dijo a sí mismo que se puede, que van por más, que esto va a pasar. Se abrazaron simbólicamente, se dijeron gracias entre ellos y recargaron energías para seguir en este momento tan duro para el país y el mundo. A todos ellos, MUCHAS GRACIAS!