El presidente Javier Milei decidió no asistir al sorteo de grupos del Mundial 2026, programado para el 5 de diciembre en Washington D.C., en medio de un fuerte enfrentamiento con la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), presidida por Claudio «Chiqui» Tapia. Esta decisión fue confirmada por el jefe de Gabinete, Manuel Adorni, quien evitó detalles pero se da tras medidas de la AFA como la premiación a Rosario Central y sanción a Estudiantes de La Plata, que generaron malestar en Casa Rosada. Inicialmente, Milei planeaba compartir un palco VIP con Donald Trump y Gianni Infantino, acompañado de Karina Milei y Luis Caputo.
Suspensión de la visita de Scott Bessent
La ausencia de Milei provocó malestar en la Casa Blanca y el entorno de Trump, lo que derivó en la cancelación de la visita oficial del secretario del Tesoro de EE.UU., Scott Bessent, prevista para la próxima semana. Bessent tenía agenda con empresarios del Argentine Business Council y Suzanne Clark, presidenta de la Cámara norteamericana, en un contexto de fortalecimiento de lazos económicos bilaterales. Fuentes oficiales argentinas confían en que el incidente no afectará acuerdos comerciales en curso, aunque genera tensión en la relación con Washington.
Impacto político y económico de la decisión
El «faltazo» de Milei complica la estrategia externa del Gobierno, poniendo en jaque la alianza con la administración Trump y retrasando contactos económicos clave en un momento sensible para la economía argentina. Aunque no se detallan pérdidas financieras inmediatas, la suspensión de Bessent frena oportunidades de inversión y diálogo bilateral que se esperaban reforzar. Analistas destacan que este episodio resalta las prioridades internas de Milei sobre el fútbol, priorizando el conflicto con la AFA pese a costos diplomáticos.