Los últimos datos oficiales indican que la mediana salarial fue menor a $130.000 en noviembre cuando la canasta de pobreza se ubicó por encima de los $145.000 en ese mismo mes.
Los últimos datos de empleo difundidos por el Ministerio de Trabajo aportaron buenas noticias para el Gobierno en términos de “cantidad”, aunque calidad y precio son las dos variables negativas que esas mismas estadísticas dejaron expuestas.
En términos generales, en sintonía con lo que evidencian los datos del INDEC de desocupación, el nivel de empleo registrado resiste la fragilidad de la situación económica con una evolución que hasta noviembre -últimos datos oficiales disponibles- seguía siendo favorable en términos del número de puestos de trabajo. Sin embargo, en términos de evolución del salario, la realidad es menos alentadora: si bien se recortó la caída en términos reales en noviembre, cuando registraron una suba de casi 9%, eso no fue suficiente y quedaron 2 puntos por debajo del mismo mes del año anterior. Pero no es ese el peor dato.
Aunque es pobre, la variación de los sueldos no resulta tan preocupante como su nivel: el 50% de los asalariados formales percibieron un ingreso por debajo de los $130.000, es decir, por debajo de la línea de pobreza. “El dato más impactante en materia salarial es la mediana. Los ingresos de la mitad de los asalariados registrados del sector privado fueron inferiores a $129.288 de bolsillo por mes. En el mismo mes la canasta básica total para un hogar de cuatro personas fue de $ 145.948″, apuntó el economista de la CTA Autónoma, Luis Campos, quien coordina el Observatorio del Derecho Social del gremio.
En un detallado análisis, el especialista consideró una buena nueva que la cantidad de trabajadores formales aumentara por 23 meses seguidos, lo cual la ubica en los niveles máximos de principios de 2018 gracias a dos años de “fuerte suba”, lo que consideró “el vaso medio lleno. El medio vacío es que es la misma cantidad de trabajadores que hace siete años”.
De acuerdo con la estadística oficial del Sistema Previsional Argentino (SIPA), la cantidad de personas con trabajo registrado en el país alcanzó a 13,018 millones en noviembre de 2022, lo que marcó un avance de 5,1% respecto a igual período de 2021, al sumar alrededor de 630.800 nuevos empleos. De ese total, 10.138 millones se encuentran trabajando en relación de dependencia, incluyendo al sector privado, el sector público y el trabajo en casas particulares mientras que los 2,880 millones restantes tienen un empleo independiente, bajo la categoría de monotributistas y autónomos.
Este último segmento es el que aporta el mayor dinamismo a la estadística pública. Por caso, la cantidad de monotributistas creció 13,4% en el año y representan ahora casi 20% del total de los empleados registrados cuando diez años antes no llegaban al 14 por ciento. “En comparación con noviembre de 2019 (una buena fecha para ver el comportamiento durante los tres años de gestión del FdT) el mayor incremento lo tuvieron, por lejos, los monotributistas. Crecieron un 25% y representan casi el 60% del aumento de la ocupación”, apuntó Campos.
Un dato no menos relevante, otra vez, en términos de cantidad, es que el incremento interanual obedeció, principalmente, a la expansión del sector privado que sumó 269.300 personas (+4,5%,) y, en segundo orden, al crecimiento también del sector público, que incrementó su dotación en 58.900 empleos (+1,8%),
Un capítulo aparte es el del trabajo en casas particulares, que presentó leve incremento 0,6% con relación a noviembre de 2021, es decir 3.000 trabajadores más, pero que sigue siendo el sector que no logra recuperarse de la pandemia. En números absolutos, se destruyeron 24.500 empleos en el sector, lo que es un 5% menos de los existentes en 2019.
Fuente: infobae.com