Milagro Amalia Ángela Sala se encuentra detenida hace cuatro años y medio, desde enero de 2016. En agosto de 2017 fue habilitada para cumplir su detención de manera domiciliaria, primero lo hizo en la casona del perilago del dique La Ciénaga y desde diciembre de 2018 reside en la propiedad que tiene en barrio Cuyaya, sobre calle Gordaliza.
En reiteradas oportunidades, la exdirigente kirchnerista ha hecho público su descontento con la detención, exigiendo libertad y argumentando ser una presa política. En una cárcel se pierden muchas libertades, pero en una casa no tanto. No es lo mismo estar detenido en un penal que en tu casa, con empleados, televisión por cable, teléfono celular, teléfono fijo, internet libre, pileta, jardín, algunos amenities y visitas, muchísimas visitas.
Es que Sala, desde que cumple detención domiciliaria, pocos días estuvo realmente sola. En un lapso de 75 días -y según consta en un documento oficial del 2019 al que JujuyOnLine pudo acceder-, recibió 1004 visitas. Sí, mil cuatro.
En primer lugar, numerosos empleados o por lo menos así figura en la documentación. También una hermana, sus hijos, pocos familiares, un personal trainer, varios periodistas -pocos locales y más de una docena de otras provincias- cinco de sus abogados (Luis Paz, Paula Álvarez Carreras, Julián Martín, Sandra Vega y Héctor Huespe), el entonces diputado nacional Horacio Pietragalla (hoy secretario de Derechos Humanos de La Nación), algunos integrantes del Comité por la Liberación, dirigentes de la Organización Barrial Tupac Amaru del interior y de otras provincias, varios centenares de amigos de diversos puntos de Jujuy y de otros lugares del país, como Córdoba, provincia de Buenos Aires (principalmente de Tigre), Misiones, La Rioja, Salta, Río Negro y Santa Cruz; la histórica dirigente del Moreci, Mercedes «Mecha» Castro y hasta un cura.
Claro, hay nombres que se repiten. Quienes trabajan en el lugar lo transitan entre 4 y 5 veces por semana, lo mismo el entrenador personal, los hijos y su hermana. Llama la atención la visita de odontólogos y peluqueros que viajan más de dos horas para poder verla.
Hay fechas en lo que se registraron más de 30 visitas en un solo día. ¿En una prisión se pueden recibir tantas? Vale decir que en el periodo de 75 días, solo uno figura como «sin visitas», día de descanso.
Hace poco más de un mes, Sala apuntó contra el goberandor Gerardo Morales y la justicia de Jujuy, mostrando su apoyo a la reforma judicial que encabeza el presidente Alberto Fernández y que pretende la vicepresidente Cristina Fernández de Kirchner. «Si no hay una reforma judicial, no va a pasar nada con nosotros. Si no cambia la metodología y se saca el cartel del Partido Radical de Jujuy, nosotros nunca vamos a poder recuperar la libertad, nunca», dijo.
En enero de este año había apuntado contra el Jefe de Estado cuando Fernández dijo que en Argentina no había presos políticos y habló de detenciones arbitrarias, y a Sala no le gustó. «Alberto es abogado, yo soy simplemente soy una militante del campo popular. Entiendo muy poco de Justicia, pero sí siento que somos presos políticos»
Las causas judiciales que enfrenta son las que la mantienen con prisión domiciliaria, algunas ya resueltas a favor de Sala, otras en contra; como en «Pibes Villeros», donde fue condenada a 13 años de prisión; pero nada la aleja de excelentes privilegios.