Tras la sorpresa que provocó el respaldo y el alto nivel de participación en la consulta popular celebrada en Venezuela, Juan Guaidó, el presidente encargado en el país, brindó una entrevista exclusiva para el programa Odisea, por LN+, donde analizó el impacto de la iniciativa y se refirió a la emergencia humanitaria que atraviesa la nación caribeña. Y en relación a ello envió un potente mensaje al gobierno argentino: «Ser neutral es ponerse del lado del opresor».
«Hay que tomar parte. No hay neutralidad posible cuando en este momento corren riesgo cada una de las vidas en Venezuela», destacó Guaidó. Y, categórico, agregó: «No hay espacio para relativizar a la hora de proteger al pueblo».
Cuando se le consultó sobre la postura que ha tenido y que mantiene el gobierno de Alberto Fernández en relación a la crisis venezolana, Guaidó comparó la situación que atraviesa la nación caribeña con la última dictadura argentina. El líder opositor remarcó que Venezuela necesita de «la misma solidaridad» que en su momento requirió el país cuando se encontraba bajo el mando de Jorge Rafael Videla.
«Es muy triste ver a quienes hoy banalizan la lucha por la recuperación de la democracia en Venezuela. Es la primera vez en la historia de América Latina que a un dictador actuante se lo señala como un criminal de lesa humanidad. A eso estamos presentando alternativa», señaló el líder opositor a Nicolás Maduro.
Las declaraciones de Guaidó se dan el mismo día que la Fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI), Fatou Bensouda, concluyó que hay fundamentos razonables para creer que las fuerzas del régimen de Maduro son responsables de crímenes de lesa humanidad.
Asimismo, Guaidó se refirió a la tragedia venezolana que recayó sobre los 19 migrantes que murieron en un naufragio frente a las costas de Güiria, tras ser deportados por Trinidad y Tobago.
«Son 19 almas que fueron empujadas, la mayoría de ellas, en busca de alimentos, refugio y ayuda para sus familias. Por eso, hoy, Nicolás Maduro está señalado como delincuente de lesa humanidad. Esta emergencia compleja fue generada por esta dictadura», remarcó Guaidó, quien apuntó, además, contra Trinidad y Tobago por su connivencia con el líder chavista. El país caribeño deportó a los migrantes en la misma embarcación en la que habían llegado, incumpliendo de este modo todo tipo de tratados internacionales. «Privilegiaron el respaldo político por sobre la estabilidad y la protección de nuestros ciudadanos», sentenció el opositor venezolano.
Después de declarar un duelo de tres días en Venezuela, Guaidó volvió expresar su luto por la «terrible catástrofe» a la cual definió como «un triste reflejo de la emergencia humanitaria» que azota al país.
El presidente interino se manifestó sobre el modo en que la crisis golpea a todos los ciudadanos. «En Venezuela lo cotidiano es una hazaña. Hay personas detenidas por entregar un volante que promovía la consulta popular, censurada por la TV, la radio y los diarios. No hay prensa de circulación libre. Pero también estoy hablando del acto de cargar gasolina, por ejemplo. Hoy en Caracas se hacen hasta tres días de fila para cargar nafta», dijo. Y, en esa misma línea, precisó: «Una enfermera gana dos dólares al mes (…) Las enfermeras protegen a expensas de su vida aquellos que contraen coronavirus, pero también enfermedades desaparecidas hasta hace un tiempo, como la malaria».
Ante el fracaso del simulacro electoral del 6 de diciembre, que el propio chavismo ubicó en un 30% de participación, en contraposición con el reciente éxito de la Consulta Popular de la semana pasada, Guaidó resaltó que la iniciativa fue una palpable demostración de «la contracara» de la dictadura.
«Aunque amenazaron a la gente con no comer, y eso es sádico, el pueblo no acató ese temor fundamental y dejaron sola a la dictadura y se expresaron el 12 de diciembre en la consulta popular», aclaró Guaidó al remarcar la baja participación de las elecciones del 6 de diciembre. Y al respecto completó: «Fue muy importante porque ayuda a organizar la alternativa democrática. Venimos de una pandemia y un encierro que Maduro utilizó de forma policial y no de manera científica para controlar al coronavirus en una población donde el 96% no tiene agua potable».
Fuente: lanacion.com.ar