La Asociación de Docentes Provinciales (ADEP) solicitó al Ministerio de Educación, al Ministerio de Trabajo y a la Comisión de Educación de la Legislatura provincial, la suspensión de las clases virtuales por dos semanas, a partir del 10 de agosto.
El pedido, firmado por el secretario general Darío Abán, señala que los docentes atraviesan «momentos de zozobra, angustia e impotencia por la pandemia de COVID-19». Indicaron que a pesar de ello deben «enmascararse para que los niños no perciban el clima reinante en la provincia y en las familias»
Abán adujo también que a la situación deben sumarse múltiples exigencias por parte de los superiores «que demandan innumerables cantidad de informes y exigencias como si nada pasara en la vida familiar de alumnos y docentes».
En la misma línea hizo referencia a una exigencia solo de calidad pedagógica y control de clases virtuales sin tener en cuenta la situación emocional de los jujeños, como familiares enfermos, docentes con síntomas y que aún así se les exigiría seguir frente a las pantallas para las clases virtuales.
Finalmente, desde ADEP indicaron que ha bajado considerablemente la conectividad de las familias por falta de conexión wifi, carencia de datos móviles y elementos, por la carencia económica de muchas familias.