La madrugada del 17 de septiembre de 2017, sobre avenida Urquiza, Matías Puca caminaba con sus amigos luego de haberse bajado de un colectivo porque confundieron la parada. Se dirigían hacia el RIM 20 cuando él y dos de sus compañeros fueron atropellados por un auto, aunque Matías fue el que resultó más herido.
Tras el incidente, el auto se dio a la fuga, Matías permaneció internado tres días y luego murió producto de las secuelas de las graves heridas ocasionadas.
La investigación inició el mismo día del incidente vial, pero se profundizó aún más tras la muerte del joven estudiante humahuaqueño, que estudiaba en la escuela Técnica N°1 de Maimará y que era papa de una menor de un año y medio en ese momento.
El fiscal Aldo Lozano -a cargo de la investigación- siguió varias pistas, entre ellas la de un taxi, un auto Fluence que divisaron en las cámaras de seguridad ubicadas en la zona, y finalmente un Chévrolet Agile»champagne» que fue hallado en las cámaras de un comercio que brindó imágenes más nítidas que las viales. Pero hasta llegar a ese punto, pasaron varias semanas, con muchas especulaciones en el medio, hijos de funcionarios implicados y sospechas de todo tipo.
En el medio de la investigación, un entonces funcionario quedó en la mira aunque fue descartado dos años después, aún cuando quién confesó el crimen ya permanecía detenido.
La búsqueda del auto y del conductor llevó a la justicia a tomar diversos rumbos, inclusive en Salta y Bolivia. Hasta un rastrillaje en un dique privado y múltiples allanamientos. En un barrio cercano al accidente hallaron un vehículo con las características que fue peritado y posteriormente detenido Ricardo Cruz, el propietario y hoy único imputado en la causa.
Después de dos años y medio, Lozano solicitó la elevación a juicio de la causa, y casi en paralelo Cruz se quebró y confesó que él habría sido el conductor y responsable de la muerte de Matías Puca tras una noche con mucho alcohol de por medio. Si bien dijo que no recuerda mucho, indicó que se durmió mientras conducía el auto, que sintió un impacto y al despertar se fue a su casa. Al día siguiente y tras ver los daños en el vehículo, comenzó a realizarle reparaciones.
Para llegar a Cruz, se realizaron pericias en su teléfono celular y en las búsquedas de internet que realizó, ya que se corroboró que realizó compras de respuestos de manera on line, además de indicaciones para realizar algunas reparaciones. Si bien todo había sido eliminado de su teléfono, pudo ser recuperado por especialistas.
Actualmente, la causa avanza pero lentamente. El Ministerio Público de la Acusación la remitió al Tribunal del Crimen N° 3 para la realización del juicio oral y público en contra de Ricardo Martín Cruz. El fiscal Aldo Lozano pretende que se realice durante este año pero no hay precisiones.