Los cardenales de la Iglesia católica definieron este lunes que el proceso para elegir al nuevo pontífice iniciará el miércoles 7 de mayo en la Capilla Sixtina, dos días después de la primera fecha posible (5 de mayo). La decisión se tomó durante la quinta congregación general de cardenales, tras tres horas y media de deliberaciones, y respeta el plazo establecido en la Constitución Apostólica Universi Dominici Gregis: entre 15 y 20 días tras la muerte del Papa.
Unos 135 cardenales electores, todos menores de 80 años y procedentes de 60 países, participarán en el cónclave. Entre ellos destacan figuras como el filipino Luis Antonio Tagle y el sueco Lars Anders Arborelius, este último catalogado como papable y quien admitió que el proceso podría ser extenso debido al desconocimiento mutuo entre los electores.
El proceso de votación incluirá dos escrutinios diarios, con un mínimo de dos tercios de los votos requeridos para la elección. Si tras 24 votaciones no hay consenso, se permitirá elegir por mayoría absoluta. Las congregaciones generales continuarán hasta el 6 de mayo, incluyendo una misa inaugural en la Basílica de San Pedro el día 7.
El nuevo Papa enfrentará desafíos como la secularización, las reformas internas y la gestión del legado de Francisco, según lo debatido en las intervenciones cardenalicias. El resultado del cónclave marcará el rumbo de una Iglesia con 1.400 millones de fieles, en un contexto de creciente diversidad geográfica y doctrinal.