Desde la cátedra de Investigación Operativa de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Jujuy, a cargo del Ing. Carlos Martin, realizaron un análisis de probabilidad y estádística de Observatorio COVID-19 en Jujuy. Las conclusiones son duras, pero encuadran la realidad que la provincia está viviendo en materia sanitaria.
Con el estado de situación en la provincia al 1 de septiembre de 2020, los datos estadísticos son determinantes y crudos. De allí se desprende que urge el aislamiento de los contactos de un caso positivo para poder cortar el contagio.
El porcentaje de positividad indica si estamos pudiendo encontrar adecuadamente a las personas infectadas en la población. Este se calcula con el número de casos confirmados y el número de test realizados; y la OMS sugiere mantenerla por debajo del 10%. El testeo de los asintomáticos es clave -cosa que hizo Jujuy antes que se multiplicaran los contagios a mediados de junio pero no pudo sostener-. Si aislamos todos los contactos de una persona que testea positivo para Covid-19, logramos cortar la cadena de transmisión del virus. Una de las razones que puede causar un aumento de la positividad es justamente que se haga menos rastreo de contactos.
Del análisis de la curva de contagios acumulada, indica el informe, se deduce que la tasa de infectados sigue creciendo exponencialmente y se infiere que esta situación se mantendrá mientras no se tomen medidas drásticas de confinamiento, de rastreo y testeo masivo y reorganización social (transporte, sanidad, etc.)
El tiempo de duplicación del que tanto hemos oído hablar en los informes del Comité Operativo de Emergencia, es una variable fundamental para medir la velocidad de contagio en términos de proyección. Estima cuántos días se tarda en duplicar la cantidad de contagios.
Para el 1/9/20, el tiempo de duplicación para Jujuy es de 19 días. Una tasa de duplicación de 19 días (digamos 3 semanas), significa que si al 1/9/20 tenemos 8.542 casos confirmados, digamos en números redondos 8.500 casos, en 3 semanas más estaremos en torno a los 17.000, en 6 semanas serán 34.000, y este comportamiento seguirá si no se implementan medidas enérgicas de mitigación, pero además la totalidad de las unidades de terapia intensiva estarán ocupadas. Esto hace pensar que para la última semana de diciembre de 2020, toda la población de Jujuy estaría contagiada.
Índice de letalidad
Según detallaron los especialistas, el índice de casos mortales se obtiene dividiendo entre el número de casos totales, y hoy es del 2,9%. En este caso conocemos con certeza el número de muertos, pero no ocurre lo mismo a la hora de considerar el número de infectados totales ya que si bien conocemos los casos confirmados, no conocemos el número de personas asintomáticas y levemente sintomáticas. Con el aumento del número de testeos sistemáticos tendríamos una disminución del índice de letalidad; pero es imposible que esto pudiese ocurrir hoy, teniendo en cuenta que los recursos son finitos, tanto en materia humana como materiales. Además, el gran número de enfermos hoy en Jujuy, no haría factible un testeo de sistema PCR para toda la población, aunque quisiéramos.
La enorme preocupación de camas UTI ¿Y los recursos humanos?
Para tener una idea más precisa del estado y la respuesta del sistema sanitario a la pandemia, no solo hay que analizar los números de contagiados, recuperados y muertos, sino también la cantidad de pacientes en terapia intensiva que es un indicador indirecto de la situación epidemiológica. Así, el número de internados en terapia intensiva es otro dato clave.
Se estima que del total de contagiados: El 80% tendrá síntomas leves. El 15% necesitará internación, y el 5% llegará a terapia intensiva. De ese 5%, nueve de cada diez (90%) requerirán de un respirador artificial, y es lo que puede hacer que colapse el sistema de salud en el área crítica.
En relación a esta proporcionalidad, el número de internados en terapia intensiva es un dato clave. En los últimos 7 días (del el 31/8 al 6/9/20), el número promedio de los infectados por día es de 316. Por lo tanto vamos a considerar que tenemos una tasa de 316 contagiados/día. Se estima que del total de contagiados diarios (316 personas (100 %)): El 80% tendrá síntomas leves: 253 personas. El 15% necesitará internación: 47 personas. El 5% llegará a terapia intensiva: 16 personas. De ese 5% que llegara a terapia intensiva: Nueve de cada diez (el 90%) requerirán de un respirador artificial: 14 personas y el 50% morirá: 7 personas.
Suponiendo que la cantidad de pacientes que llegan a la UTI en promedio es de 16 por día, que el tratamiento de cada paciente en UTI dura en promedio 30 días y que la eficiencia del sistema es del 100%. Entonces podemos concluir que la cantidad de camas “vestidas” para que no “Explote el Sistema” debe ser de 474. Con una eficiencia del sistema del 100%, 474 camas “vestidas” nos aseguraran poder atender a un flujo de 16 pacientes por día sin que exista riesgo alguno de desestabilización del sistema. (N. de la R. las camas vestidas hace referencia a contar con el equipo completo, respirador artificial y el personal intensivista que pueda operar todo ese equipamiento)
Al 3/9/2020, el sistema público de la provincia cuenta con 60 camas “vestidas”, el tratamiento de cada paciente en UTI dura (en promedio) 30 días y si la eficiencia del sistema es del 100 %, tendría capacidad para atender solo a 2 paciente por día en UTI. Con el sistema en este estado se recurre al sector privado de salud, a la telemedicina y a la internación domiciliaria. Finalmente, el índice de letalidad al 6/9/2020 es de 2,9%, con el sistema colapsado ese valor tenderá al 5% de los infectados.
En los últimos 7 días del periodo tomado para el análisis (del 30/8 al 6/9/20) el número de confirmados es de 316 infectados por día. Es decir, que a ese promedio, el cálculo: 115 días x 316 pacientes diarios = 36.340 infectados más hasta fin de año.
La famosa «inmunidad de rebaño»
La inmunidad de rebaño, también conocida como inmunidad colectiva o de grupo, se da cuando un número suficiente de individuos están protegidos frente a una determinada infección y actúan como «aislantes» impidiendo que el agente alcance a los que no están protegidos.
Generalmente este tipo de protección se busca a través de la vacunación. Pero en el caso de la infección por coronavirus, al no disponer de vacunas, la esperanza es que con el tiempo llegue a haber tantos individuos que hayan superado la infección (de forma clínica o subclínica) que el virus no encuentre fácilmente personas susceptibles a las que infectar, por lo que se cortaría la transmisión.
Hasta ahora se sabía que el umbral de inmunidad de rebaño requerido para evitar un resurgimiento del SARS-CoV-2 es superior al 50% para cualquier entorno epidemiológico. Sin embargo, un reciente estudio de la Universidad de Oxford, en el Reino Unido, sostiene que este escudo inmunológico podría reducirse en gran escala si una fracción de la población no puede transmitir el virus debido a la resistencia innata o la protección cruzada de la exposición a coronavirus estacionales.
De acuerdo a un nuevo modelo presentado por un equipo de la Universidad de Oxford, dirigido por Sunetra Gupta, tan solo el 20% de la población puede necesitar resistencia al virus para evitar que se propague una nueva epidemia.
En ese sentido, Jujuy con una población de 770.881 habitantes, con 155.000 alcanzaría ese umbral de inmunidad de rebaño. Cifra que al ritmo actual se alcanzaría a mediados de octubre.
Conclusiones
Tras todo el análisis, las conclusiones a las que arribaron los investigadores son las siguientes:
El gran desafío es lograr que la curva de infectados no se dispare aún más, debemos conseguir que el tiempo de duplicación de los casos infectados no disminuya.
La mejor estrategia es conseguir que se desacelere la curva de contagios, de modo que el pico se retrase en el tiempo y se mantenga lo más bajo posible para mitigar las consecuencias en el sistema de salud.
Es muy importante que la población sepa con certeza cuál es el desarrollo de la pandemia para tomar conciencia de cuál es el estado de situación real.
Una solución es que si todos nos aislamos socialmente y tomamos las medidas de precaución adecuadas, la tasa de propagación bajará y dejará de saturar el sistema sanitario; y con suerte podremos mantener la tasa de mortandad lo más baja posible hasta que aparezca un tratamiento efectivo y/o la vacuna.