Así lo dispuso mediante una Resolución que se publicó en el Boletín Oficial. La medida rige para ventas a ocho países.
Con el objeto de prevenir cualquier tipo de irregularidades, la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) publicó en el Boletín Oficial la Resolución 4.014/2021 mediante la cual se establecen valores de referencia para la exportación de carne vacuna. La medida rige para ocho países y entrará en vigencia a partir del segundo día hábil administrativo, inclusive, posterior al de su oficialización.
En los anexos de la Resolución están estipulados los valores de referencia que van desde 1,4 dólares valor FOB a 4,4 dólares, de acuerdo al corte. Estos precios rigen para la mercadería que tiene como destino Corea Democrática, Corea Republicana, China, Filipinas, Taiwán, Japón, Tailandia y Hong Kong.
Las dependencias del Organismo que trabajaron en el diseño de la normativa son la Dirección de Valoración y Comprobación Documental, desde donde se recomendó establecer los valores referenciales para las mercaderías analizadas con el propósito de que sean utilizados por las áreas de control en el ámbito de sus competencias. También tomaron intervención la Dirección de Legislación y las Subdirecciones Generales de Asuntos Jurídicos, Control Aduanero y Técnico Legal Aduanera.
En la Resolución las autoridades de la AFIP señalaron que el control que se anunció hoy tiene como objetivo el resguardo del interés fiscal y perfeccionar el sistema de selectividad en materia de valor, a efectos de detectar desvíos respecto de los valores usuales para mercaderías idénticas o similares.
La Resolución, por otro lado, buscará combatir casos de subfacturación de exportaciones. Hay que recordar que días atrás, la Dirección General de Aduanas informó que a lo largo del año pasado identificó y denunció “más de 2.800 maniobras abusivas en operaciones de comercio exterior”. Según la información de la agencia, que depende funcionalmente de la AFIP, las irregularidades detectadas superan los USD 330 millones en sobrefacturación de importaciones y subfacturación de exportaciones.
Una de las advertencias más reiteradas de economistas, empresarios y especialistas en finanzas y comercio exterior es que las altas brechas cambiarias (esto es, la diferencia entre el tipo de cambio oficial y el tipo de cambio en los mercados paralelos) son un gran estímulo a, precisamente, sobrefacturar importaciones (de modo de pagarlas al tipo de cambio oficial, más barato) y subfacturar exportaciones, buscando canalizar parte de la facturación de las exportaciones por otros canales y a un tipo de cambio superior al oficial.
“La medida se conjuga con el acuerdo que alcanzó el gobierno con las cámaras de frigoríficos, carnicerías y supermercados para garantizar el abastecimiento del mercado interno”, dijeron voceros de la AFIP.
“Los valores de referencia habían sido desarticulados durante el gobierno anterior y la Dirección General de Aduanas definió restablecerlos” dijeron y agregaron: “Permite desarticular posibles maniobras de evasión de impuestos y prácticas abusivas que afectan el ingreso de divisas al mercado cambiario”.
El sector de la carne en 2020
De acuerdo a los últimos informes, en medio de la pandemia de coronavirus, el sector de la carne terminó el 2020 con incrementos en la producción y las exportaciones La actividad registró en el último año una faena de 14 millones de cabezas y exportaciones por 900.000 toneladas, aunque en valores cayeron casi USD 500 millones de dólares.
Por otro lado, afectó la baja de precios internacionales, el menor consumo interno que se ubicó en mínimos históricos, la suba de costos, el clima seco, los concernientes a la endeble economía nacional y cuestiones estructurales de la propia actividad. Más allá de todas estas complicaciones, una de las actividades más tradicionales de nuestro país pudo abastecer al mercado interno, como así también a la creciente demanda externa.
El consultor ganadero y director de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Fernando Canosa, indicó: “Hay varias conclusiones para sacar de lo que dejó 2020. Por un lado, fue un año donde quedó muy claro de que estamos en condiciones de abastecer la creciente demanda externa que hay y mantener totalmente abastecida la mesa de los argentinos. Desde ese punto de vista fue muy positivo”.
Y agregó: “Por otro lado venimos aumentando la producción. Claramente, el alto precio del maíz y del ternero ha dejado ganadores y perdedores. Los criadores y los que hacen el ciclo completo son quienes están en mejor posición y quienes han estado más atinados fueron los feedlots. Lo positivo de todo esto es que ha aumentado la cantidad de animales recriados, aumentan los pesos de faena, y esto es algo importante para el futuro”.
Fuente: infobae.com