De la mano de Maximiliano Pullaro, el precandidato a presidente Horacio Rodríguez Larreta y el sector del radicalismo que lo acompaña se anotaron una contundente victoria en la provincia de Santa Fe tras vencer en la interna a Carolina Losada, la candidata de Patricia Bullrich, y sacarle una amplia ventaja al peronismo en su conjunto.
Pullaro fue, sin dudas, el gran ganador de la elección del último domingo, lo cual se traslada al armado nacional que encabeza Larreta y sus aliados de la UCR Gerardo Morales y el senador Martín Lousteau, que se hicieron presentes en los festejos.
A partir del 10 de diciembre, Santa Fe cambiará de color político en lo que será un evento histórico en los últimos 40 años. Desde el retorno de la democracia en 1983, la provincia solo había sido gobernada por el peronismo y el socialismo. La última vez que hubo un gobierno radical fue en el período de 1963 a 1966 bajo el mando de Aldo Tessio.
Más allá de los votos, parecería también haber triunfado una manera de hacer política. Al menos esta es la lectura que intenta expresar Larreta, que se anotó la tercera elección provincial a su favor luego de San Luis, con Claudio Poggi, y San Juan a través de Marcelo Orrego.
Pullaro realizó una campaña en la que prevaleció el diálogo, la no agresión, el consenso y haber recorrido cada uno de los departamentos llevando propuestas concretas. En paralelo, recibió el apoyo y las visitas de Larreta y de Morales en varias oportunidades.
Fue algo bastante distinto a lo que realizó durante los últimos meses Losada, respaldada por Bullrich. La senadora nacional realizó una campaña más vinculada a lo nacional y desde los medios de comunicación, pero caló hondo que no haya estado recorriendo el territorio. La lejanía y los ataques internos a Pullaro, de alguna manera, la gente se lo facturó.
Larreta, una vez más, aprovechó un triunfo provincial de su candidato para enviarle un mensaje a la interna con Bullrich en el que destacó que esa es la manera de hacer política y que hay que dejar de lado las agresiones.
Algo similar ocurrió en Rosario, donde el actual intendente, Pablo Javkin, se impuso en la interna por más de ocho puntos a Miguel Tessandori. Se trata de un dirigente que también ostenta una forma consensual de hacer politica, de buen diálogo con todos los sectores, con una excelente relación con el peronismo e incluso con el gobernador Perotti, a pesar de ser cercano a Bullrich.
El panorama actual abre un interrogante sobre el trabajo y los números que están difundiendo las encuestadoras, que vienen marcando a Bullrich como vencedora de la interna frente a Larreta, aunque eso no se esté reflejando en los resultados provinciales. Una situación muy parecida a la de Javier Milei.
Por otra parte, el otro gran derrotado fue el peronismo. Con más del 60% de los votos conseguidos entre Pullaro, Losada y la socalista Mónica Fein, es practicamente imposible que pueda revertir la situación.
El periodista Marcelo Lewandoski será quien deba hacer frente a Pullaro en las generales provinciales. Si bien sacó casi el 18% de los votos, son muchos menos de los que obtuvo Perotti en 2019 y de ninguna manera pareciera que pueda transformarse en la figura emergente.
En su totalidad, el peronismo arañó los 28 puntos, números muy bajos, aunque algo alejados de la mala performance que tuvo años atrás la aventura electoral del santafesino y actual precandidato a vicepresidente, Agustín Rossi.
Justamente Leandro Bussato, que responde al actual jefe de Gabinete, quedó último en la interna local con menos del 3% de los votos. Un panorama similar al dirigente de La Cámpora, Marcos Cleri.