El Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 3 condenó a cadena perpetua este miércoles a dos de los tres acusados por el femicidio de Iara Rueda, la adolescente de 16 años que fue asesinada en 2020 en Palpalá.
Las juezas María Margarita Nallar y Ana Carolina Pérez Rojas y el juez Mario Ramón Puig dieron inicio a la última audiencia del debate a las 16.30 y, tras las últimas palabras de los enjuiciados, hicieron público su veredicto.
Raúl Cachizumba y Mauricio Abat recibieron la pena máxima. Estaban imputados por “homicidio doblemente agravado por alevosía y de una mujer cuando el hecho sea perpetrado por un hombre y mediare violencia de género”
En tanto para Tomás Fernández, que al momento del crimen tenía 17 años, se decidió que se remita la sentencia a un juez de menores. Estaba acusado por “homicidio triplemente agravado por el vínculo, por alevosía y de una mujer cuando el hecho sea perpetrado por un hombre y mediare violencia de género”
El martes, el fiscal de Cámara Alejandro Bossatti había solicitado la pena máxima para Cachizumba y Abad luego de acusarlos como coautores del crimen. Por su parte, había pedido la responsabilidad penal para Fernández.
Los condenados serán trasladados de forma inmediata al penal de Gorriti. Durante el debate, que arrancó el pasado 13 de abril, declararon más de 50 testigos.
Los hechos
El 23 de septiembre de 2020 Iara Sabrina Rueda salió en bicicleta desde su casa, en Palpalá, y antes de partir le avisó a su mamá que se iba supuestamente para entregarle una tarea a un compañero. Sin embargo, ese pretexto escondía que la joven de 16 años en realidad iba a encontrarse con su novio.
Con él llegó a verse, pero unos segundos después se dio cuenta que todo era una trampa, ya que el joven la entregó a otros dos hombres que intentaron violarla. Luego, los tres juntos la mataron y abandonaron su cuerpo en un descampado.
Tras días de incertidumbre, y en medio de marchas organizadas por la familia para pedir por la aparición con vida de Iara, finalmente su cuerpo fue encontrado por los investigadores en el barrio 2 de abril el 28 del mismo mes.
Aunque los papás de la adolescente intentaron hacer la denuncia a las dos horas de su desaparición, la búsqueda comenzó cuando ya era tarde porque los policías aseguraban que la menor se había ido con un “noviecito” o que se había enojado con ellos.
“Queremos que este caso quede como precedente para otras causas y que se sepa que sí se puede llegar a obtener justicia luchando y sin dejarse caer”, sostuvo semanas atrás Mónica Cunchila, la mamá de Iara.