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Pandemia: La frase de Alberto Fernández que quedará para el olvido

A comienzos del 2020, cuando la pandemia del coronavirus era un temor nebuloso por un virus del que poco se conocía, hubo muchas declaraciones desafortunadas de gobernantes de todo el mundo, y también de la Argentina. En ese contexto fue que en abril de aquel año, el presidente Alberto Fernández sostuvo en una entrevista con Jorge Fontevecchia: «Prefiero tener el 10% más de pobres y no 100 mil muertos en la Argentina». Hoy el país llora más de 100.000 muertos por covid.

La frase en su momento sirvió al mandatario para justificar el cierre total que implicó una de las cuarentenas más largas y estrictas del mundo, que cerró negocios y empresas, limitó el tránsito dentro del propio país y hasta prohibió la salida a la calle de los niños en un año en el que prácticamente no hubo clases presenciales.

Ese cierre salvaje, que obstruyó el funcionamiento de la economía por meses hasta que se empezó a liberar gradualmente, resultó en una caída del PBI argentino en 2020 del 10%. Ese descenso se dio además en el marco de varios años de recesión y de un 2019 especialmente duro. ¿El resto del mundo no cayó también por la pandemia? Sí, fue un revés global, y especialmente duro para muchos países. Argentina se ubicó entre los más golpeados en su economía de todo el mundo y entre los que más tardarán en recuperarse.

«De la muerte no se vuelve, de la economía se vuelve», añadió aquella vez el jefe de Estado a las palabras que titulan esta nota. Al día de hoy, a un año de lo peor de la cuarentena, todavía el país arrastra las cicatrices de comercios cerrados, pobreza del 42% (casi 7 puntos por encima de la prepandemia) y habituales organizaciones sociales que toman la 9 de Julio en reclamo de alimentos, trabajo y planes sociales. Con lo que se estima que crecerá el país este año se cubrirá poco más de la mitad de lo perdido el año pasado.

En aquel abril de 2020 en que los casos de coronavirus y las muertes eran una porción ínfima de los que hoy son la normalidad, el Gobierno se movía cómodo con una imagen positiva récord pese a la dura cuarentena. «Los que plantean el dilema entre economía y salud están diciendo algo falso», había dicho el Presidente, y terminó siendo una muletilla de la oposición, porque al final ambos aspectos reflejaron en Argentina un impacto tan dañino como pocos países tuvieron que soportar.

El Estado estuvo presente y morigeró la crisis con una amplia respuesta social que se volcó en pagos por IFE, ATP y Repro que se sumaron a refuerzos a la AUH, jubilaciones y Tarjeta Alimentar, y otros mecanismos de ayuda. Sin ese despliegue, la situación de millones de personas hubiese sido mucho peor.

Argentina se ubica hoy en día en el puesto 13° en mortalidad por millón por covid entre 222 territorios relevados, muchos de los cuales hicieron cuarentenas más leves o ni siquiera las hicieron. Chile, que en un primer momento se puso de ejemplo de lo que no debía hacerse, está 24°; Uruguay, 28°; y el Brasil de Jair Bolsonaro, que enfrentó la pandemia con una actitud irresponsable, está solo 3 puestos por encima de Argentina.

«Si dejamos que vayan a trabajar los operarios a la fábrica de automotores como si nada pasara, sucederá que uno que se infecte en un solo día contagia a toda la planta. La pregunta es qué va a pasar en esa planta, sin operarios, con infectados, enfermos y muertos», había explicado en ese momento. Un año después, y con casos y muertes mayores a los máximos de 2020, el país funciona con protocolos y reabrieron prácticamente todos los rubros, incluso la presencialidad en las escuelas tras una fuerte pulseada de padres que se resistieron a las clases virtuales y se hicieron oír en los medios.

«Tenemos que salvar la economía, tengo que preservar a la pequeña y mediana empresa y a las grandes empresas también», había expresado. Según datos de AFIP, en un año cerraron 20.000 empresas. Los ATP fueron una ayuda clave en los momentos más crudos, aunque con la reapertura de actividades se discontinuaron, pese a que algunas actividades están lejos de recuperar el nivel de negocios que supieron tener.

Hoy no habrá un acto por las más de 100.000 víctimas del coronavirus, como sí hubo hace unas semanas en el CCK. En ese momento el mandatario sostuvo: «Los muertos tenían un nombre, una vida, familiares, amigos; todos y todas tenemos afectos que han perdido la vida en estos tiempos».

No exento de críticas, el plan de vacunación avanza finalmente a paso veloz y su resultado se evidencia en la caída gradual de casos y muertes desde hace meses. Más de 20 millones de argentinos ya han sido vacunados con una dosis, casi un 45% de la población. Ahora la expectativa está en la urgencia por la segunda dosis, con la que solo cuenta 11% del país, ante una situación de alerta por la variante Delta de coronavirus que obligó a reforzar el cierre de fronteras.

Ayer, Alberto Fernández encabezó un acto en el partido bonaerense de Lomas de Zamora, donde defendió las decisiones tomadas por su gobierno ante la pandemia: «Muchos me criticaron cuando dije que entre la salud y la economía yo elegía la salud y elegía la vida, y la verdad no me arrepiento de haber elegido eso».

FUENTE: Ámbito

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