La renuncia de Pedro Belizán a su candidatura como diputado provincial por el Partido Justicialista (PJ) en Jujuy marca otro capítulo en la profunda crisis que atraviesa el peronismo local. Belizán explicó su decisión argumentando que la lista presentada no refleja el espíritu peronista, lo que pone de manifiesto las tensiones internas y la falta de consenso dentro del partido. Esta situación se suma a la reciente negativa de Juan Sebastián Jenefes a aceptar una candidatura, quien también criticó duramente el manejo del partido y afirmó que el PJ está «roto» desde hace dos años.
El PJ jujeño, intervenido por dirigentes nacionales, enfrenta una fractura sin precedentes. Las listas para las elecciones legislativas del 11 de mayo fueron objeto de disputas intensas, dejando fuera a figuras clave como Jenefes, quien rechazó un lugar poco competitivo en la nómina. Según sus declaraciones, las decisiones fueron tomadas por los interventores ajenos a la realidad local y con una fuerte influencia de La Cámpora, lo que generó descontento entre sectores tradicionales del peronismo. Por su parte, Belizán dejó en claro que su renuncia responde a la falta de representatividad y cohesión dentro del espacio.
Un PJ dividido en múltiples frentes
La crisis del PJ no solo se refleja en las renuncias de sus candidatos, sino también en su fragmentación estructural. Actualmente, el peronismo jujeño se divide en al menos seis sectores, cada uno intentando captar votos en un escenario político altamente competitivo. Mientras el PJ oficial busca reorganizarse bajo el liderazgo de Leila Chaher, Rubén Rivarola y Guillermo Snopek, otros referentes como Carolina Moisés optaron por formar sus propios espacios políticos, como el Frente Somos Más. Este panorama evidencia una pérdida de identidad y cohesión dentro del partido, dificultando su capacidad para competir electoralmente.
La fragmentación del PJ ocurre en un marco político provincial marcado por la multiplicación de frentes electorales. En Jujuy, el número de alianzas pasó de cinco en 2023 a once en 2025, lo que refleja una reconfiguración del mapa político y un electorado cada vez más disperso. Además, los desafíos para superar el umbral electoral del 5 % complican aún más las posibilidades del PJ oficial y sus frentes derivados para obtener representación significativa.
Las renuncias de Pedro Belizán y Juan Sebastián Jenefes no son hechos aislados; son síntomas claros de una crisis estructural dentro del Partido Justicialista en Jujuy. La falta de consenso interno, la intervención externa y la fragmentación en múltiples frentes han debilitado al peronismo local, que enfrenta uno de sus momentos más críticos. Estas elecciones legislativas serán un verdadero termómetro para medir si el PJ logra superar sus divisiones o si continuará perdiendo terreno frente a otras fuerzas políticas emergentes.