Con la presencia de Cristina Kirchner, los militantes volvieron a realizar una nueva vigilia en Recoleta. Autoridades de la Ciudad de Buenos Aires negociaban con los referentes de las organizaciones para mantener las calles abiertas. Así informó un vocero del ministro de Seguridad de la ciudad de Buenos Aires, Marcelo D’Alessandro.
Anoche había unas 350 personas cortando la calle Juncal, entre Uruguay y Paraná, que estaban esperando que la vicepresidenta llegue del Senado; con los alrededores liberados al tránsito.
La Policía de la Ciudad confiscó seis parrillas que se habían armado en el lugar, según indicó la jefa de Prensa de la Secretaría de Transporte y Obras Públicas del Gobierno, Mariana Feuermann.
Advertencia de Marcelo D’Alessandro
El ministro de Seguridad porteño, Marcelo D’Alessandro, había adelantado hace algunas horas que no le iba a “temblar el pulso para usar la fuerza y recuperar la paz social” ante las próximas movilizaciones del kirchnerismo en Recoleta, donde hubo vigilias en respaldo a la vicepresidenta, con violentos incidentes durante el fin de semana.
En este sentido, aclaró en diálogo con Radio Mitre: “Nuestra responsabilidad como funcionarios es agotar todas las instancias de diálogo antes de llegar a esa medida”.
D’Alessandro dijo esto después de las fuertes críticas de la titular del PRO, Patricia Bullrich, al operativo en Recoleta, en declaraciones a Solo una vuelta más por TN: “Cuando vos ya tomaste la decisión de cercar la casa de la vicepresidenta para cuidar a ella y los vecinos, la tenés que mantener”
El ministro defendió el operativo en las inmediaciones del departamento de Cristina Kirchner: “La Policía de la Ciudad actuó siempre, hubo detenidos por violentos y porque exceden el derecho a la manifestación por parte de aquellos que iban a manifestar en contra. El problema es que se empezó a dar una forma sostenida y planificada de manifestaciones en el domicilio a favor de la Vicepresidenta. Militantes, gente que mandaban los intendentes y algunos sindicatos afines”