Los fiscales Federico Zurueta, Fiscal Federal a cargo de la Unidad Fiscal Jujuy, Eduardo Villalba, Fiscal Federal Coordinador del Distrito Salta y Diego Iglesias, Fiscal Federal titular de la Procuraduría de Narcocriminalidad, ordenaron a la Brigada de Investigación de La Quiaca, autorizaron la entrega de hojas de coca incautadas en diversos procesos para la entrega a comunidades oborígenes de la provincia. Igual decisión fue para Salta, donde el gobierno de Gustavo Saenz había realizado presentaciones similares.
El dictamen señala que en base a los pedidos realizados, avalados por especialistas en diversas materias, y los argumentos vertidos, corresponde hacer entrega, de manera excepcional, de los 864 kilogramos de hojas de coca que fueron secuestrados en el marco de los legajos de la Unidad Fiscal Jujuy labrados en contra de personas a establecer referidos en el encabezado y las hojas de coca secuestrados en los legajos de la Unidad Fiscal Salta que se determine, para lo cual se deberá oficiar a la Brigada de Narcotráfico de Humahuaca de la Policía de la provincia y al Escuadrón 21 “La Quiaca” de Gendarmería Nacional, donde se encuentran depositados, haciéndoles saber que la entrega debe efectuarse dando cumplimiento al “Protocolo de manejo, sanitización, fraccionamiento y embolsado de la hoja de coca”, que deberá ser adjuntado al efecto.
El pedido
Morales había indicado el 12 de mayo último que se había comunicado con el juez y el fiscal federal, con la titular de AFIP y con el secretario general de la Presidencia solicitando que todos los cargamentos de hojas de coca que sean incautados por contrabando sean entregadas al Gobierno de la provincia.
“Es un pedido legal enmarcado en la Ley 23. 737 “Ley de Estupefacientes”, que en el artículo 15 regula el coqueo, que es además una tradición ancestral”, explicaba Morales.
«La Justicia Federal y la Aduana son dos instituciones que tienene la responsabilidad de la guarda de la coca incautada. En el marco de la ley les he pedido que no la quemen por el desabastecimiento. Les he presentado un protocolo para que a través del Ministerio de Desarrollo Humano y la Secretaría de Pueblos Indígenas, en la medida que se acepte la petición, se haga entrega para enbolsar hasta 50 gr bajo el rótulo “prohibida su venta” y entregarlas de manera gratuita”
En sus declaraciones el mandatario señaló en su momento que es necesario resolver el vacío legal en esta materia. “Nosotros vamos a impulsar en el Congreso que se autorice la importación de coca y que tenga el mismo rigor que los precursores químicos para la fabricación de la cocaína”. Explicó que mientras exista un registro de esos precursores químicos y de la cantidad de hojas de coca, se puede controlar que la venta sea destinada al coqueo.
En los fundamentos del Gobierno de Jujuy se había señalado que la práctica del coqueo es la base de la identidad de los pueblos indígenas, arraigada culturalmente, pero de apropiación de todas las clases pues se encuentra incorporada a la vida cotidiana, tanto en los ámbitos públicos como privados, ya que mitiga el hambre, la sed y el cansancio físico.
El consumo de hojas de coca se ha materializado como un organizador de la dinámica del trabajo individual, familiar y comunitario del pueblo jujeño, siendo un soporte para la producción en pos de garantizar la satisfacción de necesidades básicas como la alimentación, vestimenta, educación y también como uso energético y complemento nutricional.