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Estados Unidos y Europa lanzan una batería de sanciones para frenar el avance de Vladimir Putin sobre Ucrania

Biden, la Unión Europea y Johnson anunciaron las primeras represalias contra Rusia por el avance de las tropas rusas en Donetsk y Lugansk; el bloque decidió sancionar a 27 individuos y entidades rusas.

Estados Unidos y sus aliados europeos desplegaron las primeras sanciones contra Rusia por la invasión a Ucrania ordenada por el presidente ruso, Vladimir Putin, en un último intento por frenar la ofensiva de Moscú que desató la peor crisis de seguridad en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.

Las sanciones, anunciadas por el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, la Unión Europea y el primer ministro británico, Boris Johnson, buscaron infligir un costo lo suficientemente alto a Rusia y al establishment político ruso como para forzar a Putin a un repliegue, y evitar una guerra total en el este de Europa luego de que ordenara el avance de tropas rusas hacia dos regiones separatistas del este de Ucrania, Donetsk y Lugansk, a las que reconoció como repúblicas “independientes”. Washington, la OTAN y la Unión Europea vieron en esa movida el preludio de una invasión total.

Biden atacó en duros términos el discurso “estrafalario” y “retorcido” de Putin en un mensaje breve y áspero que brindó desde la Casa Blanca, en el que anunció la “primera serie” de sanciones de Washington a Moscú, incluido un cepo a la deuda soberana rusa que le impedirá a Putin acceder al financiamiento en los mercados.

“Este es el comienzo de una invasión rusa a Ucrania”, dijo Biden.

“¿Quién en nombre del Señor cree Putin le da el derecho de declarar nuevos supuestos países en territorio que pertenece a sus vecinos? Es una violación flagrante del derecho internacional y demanda una respuesta firme de la comunidad internacional”, continuó el mandatario.

Biden anunció sanciones contra dos instituciones financieras y la deuda soberana rusa, y anticipó que a partir de mañana impondrá sanciones a oligarcas rusos. También autorizó el envío de más soldados y equipo militar que ya están en Europa a los países bálticos, Estonia, Letonia y Lituania. Biden dejó en claro que la batería de sanciones se ampliará si Putin decide avanzar más sobre Ucrania, y dijo que aún se puede evitar “el peor escenario”.

“Si Rusia persiste, Rusia y solo Rusia será responsable”, afirmó.

Lejos de un repliegue, Putin dio claras señales de que planea seguir adelante. Reconoció las fronteras que reclaman los separatistas prorrusos en el este de Ucrania, ampliando dramáticamente la posibilidad de una invasión más profunda. Y tal como ocurrió antes de la anexión de Crimea, en 2014, el Senado ruso accedió el martes a una solicitud de Putin y autorizó el uso de la fuerza militar en el extranjero, un nuevo paso hacia lo que funcionarios europeos y estadounidenses ya avizoran como una invasión total de Rusia a Ucrania desde las regiones separatistas del Donbass.

“Todo indica que Rusia continúa planeando un ataque a gran escala contra Ucrania”, dijo a la prensa el jefe de la OTAN, Jens Stoltenberg, que calificó la ofensiva de Putin sobre la región del Donbass como “el momento más peligroso” para la seguridad en Europa en una generación.

Por su parte, Canadá también impuso sanciones económicas contra Rusia, anunció el primer ministro, Justin Trudeau.

 

Señal clara a Moscú

La reacción de Occidente al histórico desafío de Putin comenzó a desplegarse muy temprano, hora tras hora, desde Berlín a Londres, a París, Bruselas, y luego a Washington, en una respuesta coordinada y calibrada que buscó enviar una señal clara a Moscú en un último intento por disuadir a Putin de ordenar una invasión mayor, y dejar una rendija abierta para una salida diplomática, un escenario que parece ya una utopía más que una posibilidad.

Los 27 países de la Unión Europea (UE) aprobaron ayer “por unanimidad” un “paquete de sanciones” contra Rusia tras su decisión de reconocer los territorios separatistas del este de Ucrania, durante una reunión de urgencia de los ministros de Relaciones Exteriores en París.

“Acordamos un primer paquete de sanciones”, anunció el jefe de la diplomacia francesa, Jean-Yves Le Drian, tras la reunión con sus pares europeos.

“Esas sanciones harán mucho daño a Rusia”, agregó el jefe de la diplomacia de la UE, Josep Borrell.

El bloque decidió sancionar a 27 individuos y entidades rusas que tuvieron algún papel en la violación de la integridad ucraniana y obstaculizar la capacidad de Rusia a acceder a los mercados de capitales y servicios financieros europeos, según Borrell. El alto funcionario agregó que las sanciones europeas caerán sobre “decidores rusos y bancos que financian las operaciones en Ucrania”. Le Drian precisó por su parte que las medidas adoptadas constituyen “solo una parte” de la reacción de la UE a las acciones rusas

Poco antes de la reunión de París, el canciller alemán, Olaf Scholz, frenó la aprobación del gasoducto Nord Stream 2. El gasoducto era un proyecto controvertido que había dañado severamente las relaciones entre Ucrania y la Unión Europa, cuya economía depende del gas ruso. Estados Unidos se oponía al proyecto desde el gobierno de Barack Obama.

La suspensión del proyecto es un duro golpe para Rusia, y generó una dura respuesta de Dimitri Medvedev: “¡Bienvenidos al valiente nuevo mundo donde los europeos muy pronto pagarán 2000 euros por mil metros cúbicos de gas natura!”, tuiteó. La decisión le quita el millonario negocio del controvertido gasoducto construido para llevar gas ruso a Alemania a través del mar Báltico.

Luego de esa primera reacción de Alemania llegó el primer anuncio de sanciones de una nación europea: el Reino Unido. Boris Johnson dijo en el Parlamento británico que su gobierno impondría sanciones a cinco bancos y tres oligarcas rusos, Igor and Boris Rotenberg, and Gennadiy Timchenko, que ya estaban en la “lista negra” de Washington. Las entidades financieras sancionadas son Rossiya Bank, IS Bank, General Bank, Promsvyazbank y Black Sea Bank.

“Es la primera etapa, la primera salva que estamos preparados a lanzar”, dijo Johnson en los Comunes. “Debemos prepararnos para una crisis prolongada”, agregó.

Las primeras medidas de Johnson fueron recibidas con críticas de expertos y de la derecha y la izquierda del espectro político británico, que las consideraron demasiadas débiles ante la magnitud del desafío de Putin a Occidente y la decisión de Alemania de asestarle un duro golpe a la economía rusa con la suspensión de la aprobación del gasoducto Nord Stream 2. Johnson dijo que Londres impondrá sanciones mucho más duras si Putin ampliara su invasión a Ucrania.

Fuentes gubernamentales británicas afirmaron que, a pesar de las repetidas declaraciones de Vladimir Putin restando importancia a las sanciones occidentales, en los últimos días hubo en Londres una frenética actividad de parte de los oligarcas rusos para evitar ser blanco de esas medidas. La City de Londres es, en efecto, el destino predilecto de las grandes fortunas rusas.

 

Fuente: lanacion.com.ar

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