Los usuarios deberán aceptar los nuevos términos y condiciones de uso, que habilitan el intercambio de datos con Facebook. “WhatsApp” se convirtió en tendencia en las redes al igual que “Telegram”.
Con un aviso que le apareció a los usuarios directamente en el mensajero para que acepten, WhatsApp anunció cambios en su política de Condiciones y Privacidad, que permitirá que compartan datos con Facebook. Los usuarios deberán aceptar esto para poder seguir usando el servicio de mensajería a partir del 8 de febrero.
Esto motivó que en Twitter, en el mundo y en la Argentina, “WhatsApp” se convierta en tendencia.
A través de un mensaje emergente en la aplicación, WhatsApp le está avisando a los usuarios de su servicio que a partir del 8 de febrero entrarán en vigor las novedades introducidas en su política de Condiciones y Privacidad, como ya había adelantado la página especializada WABetainfo a principios de diciembre.
Estos cambios se refieren a los datos que recopila WhatsApp de los usuarios y a su tratamiento. También a la forma en que los negocios pueden usar Facebook para albergar sus servicios y gestionar sus conversaciones en la aplicación.
Los datos que guarda WhatsApp
WhatsApp explicó que recopila información de los usuarios “para operar, proporcionar, mejorar, entender, personalizar, respaldar y promocionar” sus servicios. Esta información se corresponde, por ejemplo, con el número de teléfono para crear la cuenta y la información básica del perfil; con la ubicación del dispositivo, si el usuario quiere compartirla con sus contactos; los mensajes, de forma temporal y cifrada si éstos no se entregaron o forman parte de un reenvío de archivos multimedia; la agenda de contactos y los estados compartidos; y los datos de pagos.
De forma automática, WhatsApp también recopila información sobre la actividad del usuario en la aplicación (ajustes, interacción, frecuencia), de diagnóstico de servicio, o del dispositivo y la conexión (modelo, sistema operativo, nivel de carga de la batería, zona horaria, dirección IP). Instala, además, ‘cookies’ “para operar y proporcionar los servicios, además de proporcionar servicios basados en Internet, mejorar las experiencias, entender cómo se usan los servicios y personalizarlos”.
También guarda información proveniente de terceros, de otros usuarios con los que el usuario contacta o que tienen el teléfono del usuario en su agenda, de denuncias por supuestas infracciones, de las empresas con las que interactúa en la app o de proveedores de servicios.
Como parte de Facebook (al igual que Facebook la red social, Instagram u Oculus), WhatsApp comparte estos datos que recopila con otras empresas del grupo, al igual que dichas empresas comparten datos del usuario con WhatsApp. Este tipo de prácticas son las que hicieron que el mundo entero pongan sus ojos sobre las grandes empresas tecnológicas y sus prácticas cuasi monopólicas.
“Ambas partes podemos usar la información que recibimos para operar, proporcionar, mejorar, entender, personalizar, respaldar y promocionar nuestros Servicios y sus ofertas, incluidos los productos de las empresas de Facebook”, explica WhatsApp en su Política de Privacidad.
La compañía, como explica en la notificación, exige la aceptación de las nuevas políticas para poder seguir utilizando el servicio de mensajería, y remite a su centro de ayuda en el caso de que los usuarios no estén de acuerdo y quieran dar de baja su cuenta.
La integración de los datos entre WhatsApp y Facebook comenzó en 2016, bajo la premisa de mejorar la experiencia de usuario con los productos y publicidad de Facebook, pero entonces dio la posibilidad de desvincular en los ajustes el intercambio de datos con fines publicitarios.
Posteriormente, con la entrada en vigor del reglamento general de protección de datos (RGPD) de la Unión Europea en 2018, adaptó la recopilación de datos, el intercambio y su uso a la nueva normativa.
La alternativa rusa
Frente a la novedad de WhatsApp, que generó múltiples comentarios y quejas en las redes, “Telegram” se convirtió en tendencia en Twitter. El motivo: para muchos es la opción más viable para abandonar el servicio de mensajería propiedad de Facebook.
Los chistes se multiplicaron en Twitter, con varios mostrando que se sienten seguros o parecen espías o agentes de seguridad por algunas de las opciones que ofrece la plataforma rusa.
Pero tampoco faltaron los que se dieron cuenta que, al abrirse una cuenta en el mensajero, le llega una notificación a TODOS los contactos.
“*Secretamente abre una cuenta de Telegram*. Telegram al resto de tus contactos”.
Hasta el millonario Elon Musk, fundador de Tesla y SpaceX, se metió en la polémica sugirió otra alternativa: Signal